Written by : By LiveHappy

Vivir por los “Me gusta”

¿Tu vida en línea es más vibrante que tu vida real? Es hora de colgar el teléfono y vivir el momento.

Vivir por los “Me gusta”

La obsesión por cómo nos presentamos en las redes sociales vulnera nuestra vida privada.

Matt había estado preparado para proponer matrimonio durante meses. Tenía el anillo y también la mujer de sus sueños… sólo temía que su propuesta no fuera lo suficientemente buena.

Las semanas pasaban y su prometida se sentía cada vez más impaciente mientras Matt estaba cada vez más ansioso. Y no porque temiera que ella lo rechazara, sino porque le preocupaba que su propuesta no se viera lo suficientemente bien en Facebook. ¿Cómo competir contra esas coreografías y multitudes relámpago que se reúnen de repente en un lugar público? El apenas tenía un anillo y buenas intenciones. ¿Cómo hacer frente con su mero romanticismo al escrutinio de la web?

Para que disfrutes lo que ves

Esta historia me la contó mi cuñada (la novia probable es su prima) apenas unos días después de que yo viera una noticia similar sobre cómo las redes sociales convirtieron la tradición de pedir matrimonio en un espectáculo público. Conocidas como “promposals”, estas extravagantes maneras de pedir la mano públicamente están de moda, compiten con muchas formas de proponer matrimonio y habitualmente se graban en video para ser subidas de inmediato.

Muchos adolescentes del segmento encuestado reconocieron sentir una gran presión por estar a la altura de una invitación digna de Facebook. Sabían que serían juzgados por sus pares y, como dijeron en el show televisivo Survivor, se sentían muy presionados por poder “destacarse, superar y vencer” a sus rivales.

En un mundo dominado por las redes sociales, donde al parecer cada movimiento debe ser captado en Snapchat, Instagram, Facebook o Periscope, parece que estamos poniendo en peligro el mero arte de “ser”. Estamos tan ocupados capturando el momento para la posteridad que podemos olvidar que lo estamos viviendo.

Recalibrar lo que realmente nos importa

Muchas, me incluyo, disfrutamos compartir en línea momentos de nuestra vida con nuestros seres queridos. Las redes sociales me permiten seguir de cerca los planes para las vacaciones de mis amigas, participar a la distancia mientras sus hijos (mascotas y nietos) crecen, celebrar grandes momentos y también reaccionar inmediatamente ante sus pérdidas. Conocí cosas de ellas de las que probablemente jamás me hubiera enterado en el mundo “real” y descubrí semejanzas y diferencias que no sabía que existían.

A pesar de que mantener estas amistades puede ser muy gratificante, los expertos han manifestado su preocupación por la manera en que las redes sociales y toda nuestra actividad virtual nos están haciendo recalibrar lo que realmente nos importa. Si bien nuestro deseo es captar momentos especiales para registrarlos y compartirlos con amigos, las herramientas que usamos para eso pueden terminar alejándonos de todas las experiencias que intentamos captar.

Hemos quedado atadas a nuestros teléfonos inteligentes por temor a perder ese “instante perfecto.” Y sin embargo, mientras contemplamos nuestros teléfonos y subimos nuestra foto más reciente, tal vez eso sea exactamente lo que estamos haciendo.

¿Cuál es el daño?

En su libro Our Virtual Shadow: Why We Are Obsessed With Documenting Our Lives Online, (Nuestra sombra virtual: por qué nos obsesiona documentar nuestras vidas en línea), el emprendedor Damon Brown analiza cómo el documentar constantemente nuestras actividades nos impide disfrutarlas plenamente. Las frecuentes consultas, los tuits y las actualizaciones de estado pueden servir de “anclajes de memoria,” como los denomina Paul Philleo, experto en cultura tecnológica de Silicon Valley. Estos anclajes nos permiten recomponer una evolución temporal de dónde hemos estado y qué hemos estado haciendo en los últimos días, semanas, meses y años. Pero Damon dice que al preocuparnos más por documentar el momento que vivirlo, nos estamos perdiendo de vivir nuestra propia experiencia. Y eso es incompatible con nuestro verdadero deseo de aprender a vivir el momento.

“Estamos haciendo una tarea de tontos,” escribe, “sacrificando todo por captar nuestras vidas, aún cuando eso requiera no estar plenamente presentes en esas vidas mientras las estamos viviendo.” Esto no quiere decir que debemos abandonar esa documentación virtual, pero Damon se encuentra entre quienes manifiestan que necesitamos volver a evaluar su prioridad. Según Damon, cada uno de nosotros debería comenzar por evaluar la manera en que utilizamos las redes sociales y limitar lo que él considera una especie de respuesta pavloviana a los acontecimientos: esa búsqueda inevitable, cuasi-automática por alcanzar el teléfono.

Tal vez la próxima vez que sientas la tentación de tomar la foto, mejor toma aire y dedícate un instante para disfrutar.


Paula Felps es editora científica de la revista Live Happy.

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