Written by : By LiveHappy

¿Qué tan positiva es tu imagen en Internet?

¿Tu imagen en Internet refleja correctamente tu verdadero yo?

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Lo que haces en línea repercute en la vida real.

En agosto de 2016, el sueño de Karlie Hay se hizo realidad al ser elegida Señorita Juventud de EE.UU. Pero a las pocas horas, la joven de 18 años volvió a alcanzar un duro protagonismo tras lanzar una serie de tuits con expresiones racistas.

Karlie asumió la responsabilidad de sus actos y se disculpó pero el incidente sirvió para recordar algo que muchas veces se subestima, especialmente entre los usuarios más jóvenes: si bien nuestra vida digital puede ser aparentemente “virtual” e independiente de nuestra realidad, ambas se encuentran estrechamente vinculadas entre sí. Y en el mundo de hoy, (enviar) un mensaje informal, un comentario en Facebook o un tuit se puede convertir en un serio problema.

Janell Burley Hofmann, madre de cinco hijos y autora de iRules: What Every Tech-Healthy Family Needs to Know About Selfies, Sexting, Gaming, and Growing Up (Las reglas de Internet: lo que toda familia tecnológicamente sana necesita saber de selfies, mensajes de texto sexualmente explícito, juegos y crianza) se convirtió inesperadamente en especialista en la materia hace unos tres años cuando su hijo mayor cumplía 13 años.

“Él anhelaba tener su teléfono inteligente,” recuerda Janell, quien por aquel entonces participaba activamente en campañas de información y programas especiales para padres. “Yo ya notaba cómo la tecnología comenzaba a ser fundamental para muchas de las conversaciones de la vida familiar, entonces, pensé que era una oportunidad para recapacitar sobre lo que queremos, no solo de la tecnología sino también de la vida.”

Antes de regalarle a su hijo un teléfono inteligente, Janell creó un contrato de 18 reglas en las que enunció los detalles sobre su uso. Destacando la cortesía, el respeto y el aprendizaje, entre otras cuestiones, el contrato le recordó a su hijo dejar el teléfono para ver también la vida real. Tras escribir una columna sobre esta historia para Huffington Post, su acuerdo se viralizó.

“Me di cuenta que se trataba de una conversación a escala mundial,” al advertir que desde entonces su contrato había sido traducido a 12 idiomas. “Todos somos parte de esta conversación.”

No solo para niños

En la actualidad Janell ha abierto aquella plática para contar también con la participación de padres, entidades educativas, empresas y organizaciones. La idea del “personaje digital,” o de cómo te presentas a través de Internet es un aspecto fundamental de su trabajo. No solamente los preadolescentes y adolescentes tropiezan con el universo digital; los adultos muchas veces también tenemos conductas reprochables. Su mensaje acerca de la creación de nuestro personaje digital está destinado a los niños y a sus padres por igual.

“Saber cómo queremos aparecer en línea es una elección,” dice. “Pero la mayor parte del tiempo hacemos comentarios o publicamos cosas sin pensar en eso. Podemos crear nuestro personaje digital y eso puede afectar nuestras relaciones incluso quiénes queremos ser.”

Janell sugiere darle la misma consideración a nuestro bienestar digital como la que le damos a otras cosas como la salud y la alimentación. Eso comienza por ser más conscientes de cómo (y cuánto) usamos la tecnología.

“Cuando tenemos en cuenta nuestros hábitos digitales, podemos cubrir las necesidades de nuestra vida real, para aprender a estar plenamente presentes en lugar de mirar nuestro teléfono o saber que podemos terminar una comida sin responder mensajes de texto.”

Conciencia digital

También podemos ser más conscientes de lo que publicamos e incluso las páginas que le damos “me gusta” reflejan quiénes somos. Caer en críticas o argumentos virtuales no sirve para nada y una vez dicho algo puede vivir eternamente en el mundo digital. Pueden generar distanciamientos entre familiares y amigos o provocar ofensas y enojos de ambas partes.

“Ya es hora de pensar cómo queremos usar nuestra energía. Y analizar sus consecuencias. Si te encuentras apretando la mandíbula o si aumentan tus latidos y te enojas, probablemente no sea el mejor uso de tu energía.”

Creación del personaje digital

Por otra parte, el mundo digital también es una buena manera de practicar el dar lo mejor de ti. Janell dice que buscar maneras positivas de interacción en línea, como brindar nuestro sentido del humor o el acercamiento compasivo a otros, es una muy buena manera de emplear nuestro tiempo en Internet.

“A veces provoca que sea fácil olvidar que no se trata de una plática en privado. Fíjate qué tanto llegas a tu propio grupo de amigos (de Internet) y luego piensa qué sucedería si compartes determinada cuestión,” dice. “Aunque escribamos algo en privado siempre puede hacerse público muy rápidamente. Ya nada es privado o personal, aunque configuremos nuestra privacidad. Necesitamos estar dispuestos a defender lo que decimos.”

Antes de enviar un mensaje de texto, tuit o compartir alguna publicación, Janell sugiere usar la llamada “prueba de la cartelera”: imagina que tu mensaje se puede leer en una cartelera ubicada en la puerta de tu oficina, casa o escuela. ¿Aún tienes ganas de dar a conocer ese pensamiento al mundo?

“No tienes que ser una paleta de caramelo todo el tiempo pero la manera como manejamos las situaciones en Internet puede fortalecernos en todos los aspectos. Según Janell, “al fortalecer nuestra imagen virtual estamos afianzando la calidad de nuestra imagen general.”

Visita el sitio web de Janell Burley Hofmann para conocer más sobre las reglas de Internet y cómo promover dentro de tu propia familia una buena imagen virtual.


Paula Felps es Editora Científica para la revista  Live Happy.

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