Sana o destructiva: la elección sólo depende de ti
I can't live (No puedo vivir)
If living is without you (si vivir es estar sin ti,)
I can't live (no puedo vivir)
I can't give anymore (no puedo dar más de mi.)
—"Without You" (Sin ti)
Recuerdo la primera vez que escuché esta letra cantada por Mariah Carey: una balada desesperadamente sentimental que equipara el lamento intenso con una forma ideal de pasión romántica.
Desde los ránkings musicales de Billboard hasta los grandes éxitos del cine, la cultura popular perpetúa esa idea de que el verdadero amor es una sensación inexplicable de “dejarse llevar”.
Aunque tenga un enorme encanto, tanto en la cultura popular como en la vida, ese tipo de pasión desenfrenada “puede ser perjudicial para nuestro bienestar y nuestra vida de relación,” según el psicólogo social Robert (Bob) Vallerand, ex presidente de la Asociación Canadiense de Psicología y de la Asociación Internacional de Psicología Positiva.
En su nuevo libro titulado The Psychology of Passion (Psicología de la pasión) Vallerand describe una pasión absorbente u “obsesiva” que se asocia a la falta de confianza en la pareja. También indica que las personas obsesivamente apasionadas con sus parejas son más inseguras y viven preocupadas por proteger sus egos, en lugar de estar en sintonía con ellas. Tienden a estar a la defensiva, suelen ser dominantes y necesitan ganar todo el tiempo.
No exactamente el príncipe azul
La pasión obsesiva es tan perjudicial para una relación como la falta total de pasión. De hecho, según Bob, las mujeres que están en pareja con hombres obsesivamente apasionados dicen llevar una vida sexual y en general menos satisfactoria, pese a lo que la cultura popular pueda hacerte creer.
Por supuesto que en plena etapa de romance podemos sentirnos dispersos y centrarnos solamente en nuestra pareja, excluyendo todo lo demás. Así pues, en lugar de redactar aquellos informes importantes podemos pasar el día soñando despiertos en nuestros escritorios o repetir mentalmente cada palabra de nuestra conversación más reciente. Y sentimos cosquilleos en el estómago con solo pensar en nuestra pareja.
¿Qué sería de la vida sin estas emocionantes experiencias? Es sano disfrutar intensamente esos momentos. Sin embargo, cuando nos quedamos atrapados en esa etapa y no avanzamos aparecen los problemas. Nuestra relación se estanca y con frecuencia, se desmorona, según las investigaciones.
Cómo cultivar la pasión sana
Las relaciones de pareja que viven una pasión “sana,” o lo que Bob denomina pasión “armónica,” son aquellas que dominan sus emociones. Seguimos manteniendo nuestra identidad, conservamos el equilibrio, vivimos más intensamente la intimidad y manejamos mejor los conflictos: todo lo cual desemboca en una relación más madura, según las propias investigaciones de Bob.
Afortunadamente, podemos aprender a cultivar la pasión armónica. En lugar de dejar que tu propia esencia se pierda en una nueva relación, conserva las amistades y los intereses que tenías antes de comenzar tu relación. Sumergirte en un nuevo amor y olvidarte del resto de tu vida es tentador, pero definitivamente no es sano para tu sentido de identidad. Y cuando la intensidad de algún amor precoz se disipe (o desaparezca), ¡necesitarás volver a echar mano a tu propia vida!
Según Bob, para poder mantener tu identidad es necesario recapacitar sobre tus propias virtudes e intereses. Busca algo que ambos disfruten y compártelo con tu pareja. Las investigaciones muestran que participar juntos en actividades interesantes aumenta la atracción. Y por supuesto, para Bob es necesario evitar las delicadas cuestiones de competencia, que pueden ser tan destructivas para la relación. La cuestión es pasarla bien juntos, no ganar.
Entonces si eres una diosa del ajedrez o si tu pareja es un nadador profesional, intenten evitar esas actividades. ¡Traten de conectarse, no de ganar!
Por último, es importante dedicar tu tiempo a diario para compartir con tu compañero o compañera algo bueno que te haya pasado. Según Bob, esa es otra fuente simple de sana pasión.
Y cuando se trate de dramáticas canciones de amor, tal vez puedas pensar en ellas para entretenerte, no para emularlas.
Suzann Pileggi Pawelski es escritora independiente, especialista en la ciencia de la felicidad y sus efectos en las relaciones y la salud.