Written by : By LiveHappy

Cómo dar consejos

La experta Stacy Kaiser nos explica cómo dar sugerencias de manera propicia y afectuosa.

Cómo dar consejos

Comparte tus sugerencias de modo que la gente te escuche.

Hace poco compartí un almuerzo con amigas y una de ellas nos platicó que su lucha por lograr el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar la hacían sentirse infeliz y malhumorada. Concretamente, se daba cuenta que había comenzado a descargar su frustración en su esposo e hijos.

A esa altura, era evidente que nuestra amiga necesitaba algún consejo para reducir el estrés y encontrar el equilibrio. Como soy psicoterapeuta y experta en relaciones humanas, intervine. Le estaba dando mis sugerencias cuando me respondió ofendida que la manera en que ella estaba manejando la situación (siendo crónicamente irritable con su familia) estaba bien. Ese momento fue muy desagradable para todas y nos quedamos mudas. Después de almorzar, algunas intercambiamos un aluvión de mensajes de texto en un intento por entender qué había ocurrido.

Muchas veces queremos ayudar dando buenos consejos a nuestras amigas pero decidir si darlos o no, y en qué medida, es un verdadero desafío. No queremos ofender en alguna situación diciéndoles en qué se equivocan, pero tampoco queremos sentarnos a verlas cometer un error que podría resultar perjudicial para ellas u otros.

Reglas de cortesía para aconsejar

¿Cómo determinar si tenemos que ofrecer nuestro consejo o no? En mi opinión, hay varios factores a tener en cuenta: ¿Qué tan estrecha es tu relación con esa persona? ¿Cuánto daño harás si no intentas intervenir? ¿Qué tan abierta a recibir consejos es esa persona? También es importante tener en cuenta que los adultos tienen derecho a tomar sus propias decisiones y muchas veces no estaremos de acuerdo con ellas.

Si te encuentras en la complicada situación de tener que asesorar a alguien, intenta seguir el plan sugerido por el investigador Bo Feng de la Universidad de California, Davis. Feng realizó un estudio en el que determinó que los estadounidenses, como cultura, necesitan apoyo y confianza para recibir consejos adecuadamente. Específicamente, descubrió que quienes quieren dar consejo deben 1) demostrar apoyo afectivo y 2) justificar la recomendación que brinden. Descubrió que esto se confirma especialmente cuando el destinatario no nos pidió consejo.

Replantear la situación

Si tuviera que adoptar ese método, esta es la manera diferente como yo hubiera manejado la situación con mi amiga en el almuerzo: Haría un plan para conversar con ella en privado y le haría saber que ella y su familia me importan y que me doy cuenta lo difícil que es el hacer malabares entre la casa y el trabajo (este es la parte del apoyo afectivo).

Después le haría saber que pensando en la plática que tuvimos durante el almuerzo, me di cuenta que aunque ella sintiera que su esposo e hijos podían manejar el trato poco amable que ella les daba, no es saludable para ninguno de ellos. Le diría que para sentirse más aliviada puede salir a caminar, retribuir a los demás, ir al gimnasio o practicar su pasatiempo favorito. Su familia sería más comprensiva y la apoyaría más si ella no le trasladara todos sus problemas (esta es la justificación). Después esperaría que mis consejos tuvieran un efecto positivo.

Si aún así ella no aceptara mis sugerencias, por defecto, acudiría a la siguiente lista:

1. Brindar apoyo

Le haría saber que puede contar conmigo si en cualquier momento necesita de mi apoyo, consejo o ayuda.

2. Ser comprensiva

Le haría saber que comprendo perfectamente cómo se siente y que hago todo lo que puedo por sentirme identificada con su experiencia emocional. (A veces la gente se da cuenta que necesita cambiar la forma de pensar cuando alguien se le acerca de manera comprensiva.)

3. Compartir

A veces cuando compartes una experiencia parecida es más probable que la otra persona reconozca su equivocación.

4. Intentar no seguir una agenda

Recuerda que es su vida, no la mía. Lo que podría ser conveniente para mí podría no serlo para ella.

5. Mantener el vínculo

Sigue siendo mi amiga y seguiré estando presente para ella.

***

Si ninguna de estas estrategias funciona, hay veces en las que sencillamente debes desistir. No todo el mundo está dispuesto a recibir nuestro consejo, por más especializado o útil que pudiera ser.

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