Permítete un poco de cuidado personal y en esta celebración evita el “burnout materno”.
Ser madre es una experiencia verdaderamente increíble y transformadora. También es una labor, que exige una gran variedad de habilidades. En distintos momentos las madres tenemos que ser doctoras, maestras, mediadoras, cocineras profesionales, contadoras, amas de casa, diseñadoras de vestuario, artistas del maquillaje, malabaristas… Además de planificar el futuro, también tenemos que resolver lo que está ocurriendo en el momento. Satisfacemos muchos de los sueños y necesidades de nuestras parejas, amistades e incluso, de nuestra comunidad. Y por si eso fuera poco, muchas tenemos que generar ingresos o incluso mantener a nuestras familias.
Si bien muchas mujeres pueden sentir que se derrumban frente a tanta presión, la mayoría solo decimos que es lo “que tenemos” y hacemos todo lo que podemos por ocuparnos de lo que nos toca hacer. Algunas consumimos tanta energía en atender las demandas de nuestros hijos y familias que terminamos exhaustas y agotadas. Como terapeuta he podido conversar con muchas madres que me han platicado que están tan atareadas atendiendo a todos los demás que apenas pueden ocuparse de sus propias necesidades.
Preocúpate también por ti
En este Día de las Madres, ¿por qué no darte un regalo y elegir este momento especial de celebración para comprometerte a cuidar mejor de ti? He sugerido esta idea a algunas de las madres que conozco y si bien muchas la han aceptado favorablemente, también he recibido varias miradas de preocupación y resistencia. Algunas mujeres experimentamos una sensación de obligación o culpa cuando se trata de atender a nuestras familias, casi como si el auto sacrificio o la abnegación fuera parte de nuestra tarea cuando nos convertimos en madres.
Si bien me parece que hacer sacrificios es algo normal para una madre, considero imperativo darnos cuenta de que existe una línea entre el sacrificio y el sufrimiento. Lamentablemente muchas madres con las que hablo sufren porque no logran satisfacer sus propias necesidades. Eso no es sano, y no hay de qué avergonzarse cuando se trata de cuidar nuestra propia persona.
Recupera tu energía
Existe una gran diferencia entre cuidado personal y egoísmo. Cuidar de uno mismo significa tomarse unos momentos para evaluar cómo te estás sintiendo y cuánto estás ejercitando todo aquello que contribuya a tu bienestar emocional, psicológico, físico y espiritual. Dedicarte unos momentos para reponer tu energía no significa que tienes un “excesivo o exclusivo interés en ti misma”, que es la definición de egoísmo, según el diccionario Merriam-Webster.
Ser madre significa poner las necesidades de los demás por encima de las tuyas —casi todo el tiempo. Estamos tan ocupadas cuidando de los niños que nos olvidamos de cuidarnos debidamente.
Estos son algunos consejos para que puedas recargar tus energías antes de que sientas cansancio continuo y agotamiento extremo (burnout) o pases por un periodo de depresión:
1. Mantén algo en el tanque
Cuando la madre sufre, los niños sufren. Si estamos agotadas, poco o nada tendremos para dar. Ten esto en cuenta cuando pienses en tu cuidado personal.
2. Agéndalo
Agéndate “tiempo para mamá” en tu lista de quehaceres. Baños de burbujas, largas caminatas, cena fuera de casa con amigas (¡y en esas ocasiones no hablen solo de los niños!) son todas maneras excelentes para recargarse. Si no planificamos oportunidades para divertirnos y relajarnos, lo más probable es que no ocurran.
3. Llama por teléfono a una amiga
Crea un sistema de apoyo que pueda asistirte cuando te sientas bloqueada. Todas necesitamos amistades que puedan retirar a los niños, prestarnos una taza de azúcar, ayudarnos con un proyecto, etc., cuando estamos en apuros.
4. Diviértete
La vida doméstica puede ser rutinaria. Recuerda aquello que disfrutabas en tu niñez. Encuentra momentos para reír con amigas y también con tu familia. Eso alivia el estrés y te levanta el ánimo.
5. Aprende a decir basta
Establece límites saludables. Marca tus límites de tiempo; crea normas para que tu familia las siga y te faciliten la vida; aprende a decir “no”.
6. Mami no es tu tapete de entrada (ni tu chofer, cocinera, recamarera, etc.)
Si todos ven que pueden sacar ventaja de ti sin consecuencias, lo harán. Si tu familia sabe que eres capaz de permanecer despierta toda la noche para terminar sus proyectos de último momento, la próxima vez ninguno dudará en dejar(te) la tarea escolar para hacer la noche anterior.
7. Siéntete bien
Adopta hábitos físicos y emocionales saludables. Trata de dormir la cantidad de horas suficientes, come alimentos saludables y dedica tiempo a la actividad física. Monitorea sistemáticamente tu vida emocional y espiritual y resuelve los sentimientos negativos a medida que aparezcan.
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Stacy Kaiser es psicoterapeuta, autora, experta en relaciones humanas y una personalidad mediática. Es autora del libro más vendido How to Be a Grown Up: The Ten Secret Skills Everyone Needs to Know y colaboradora de contenido para Live Happy. Stacy es invitada frecuente en programas de televisión como Todayy Good Morning America.