Todo lo que necesitas saber para tener alegría, amor duradero y compañerismo.
Es difícil definir la felicidad en una relación. Cada relación es diferente, pero además, cada persona en cada relación define la felicidad a su manera. Hay quienes consideran que la felicidad es tener una vida tranquila y sin conflictos. Para otros, la felicidad entraña una tremenda diversión, enorme confianza o muchas risas. Cualquiera sea la definición, la felicidad se relaciona directamente con las expectativas, deseos, anhelos y necesidades y estas cosas con el tiempo pueden cambiar.
Se mantienen constantes 7 comportamientos y características específicas que planteamos a continuación y que en mi experiencia, pueden casi garantizar la probabilidad de éxito y felicidad duradera en una relación.
Si trabajas para integrar estas claves en tu vida cotidiana, definitivamente sentirás mayor alegría y tus relaciones prioritarias serán menos conflictivas.
1. Respeto
Toda relación exitosa se construye a partir del respeto. Respetar significa atender los deseos y las necesidades de tu pareja y tenerlos siempre presentes antes de hablar o actuar. La expectativa es que tu pareja siga las mismas pautas. Según mi definición oficial: Respeto significa ubicar la comodidad, el bienestar y la felicidad de la persona con quien estás en un nivel igual al tuyo.
2. Lealtad
Nos sentimos felices cuando sabemos que alguien nos ampara. Las relaciones son más exitosas cuando la pareja se centra en apoyarse mutuamente en todo momento. Esto significa que si alguien es hostil con tu pareja, lo ampararás de manera directa o lo respaldarás desde un segundo plano. Esto también significa que si tu pareja ha hecho algo que consideras incorrecto o que no apruebas, le hablarás del asunto en privado, jamás frente a los demás.
3. Prioridad
Si quieres forjar una relación positiva más sólida, dile a tu pareja que es prioridad en tu vida. Dediquen tiempo y energías para conversar de los deseos y necesidades de cada uno. Compartan a solas “tiempo de calidad” para conectarse y disfrutar de la mutua compañía. Aunque el trabajo, los hijos y otras obligaciones también sean prioritarios, es esencial encontrar el equilibrio para no descuidar la relación.
4. No gastes tu pólvora en infiernitos
Las parejas fuertes y felices saben cuándo discutir sus cuestiones y cuándo dejarlas de lado. Mi regla de oro: Si puedes olvidar algo, seguir adelante y continuar disfrutando tu pareja… ¡olvídalo! Si no puedes avanzar y sigues quejándote o preocupándote por algo, entonces, plantea el tema de nuevo. Al hacerlo, asegúrate de mantener la calma, estar en privado y que sea un buen momento para ambos para conversar de nuevo. Jamás plantees nuevamente un tema en la cama, y nunca cerca de tus hijos, familiares o amigos.
5. Muestras de afecto
El concepto de “una acción vale más que mil palabras” es importante cuando se trata de relaciones. No es suficiente sentir simplemente que amas a alguien, también debes mostrar tu amor por esa persona. Usa palabras amables, sé físicamente afectuosa, deja notas con mensajes de amor por la casa… sea con un gesto verbal o físico, debes estar segura de que estás haciéndole saber a tu pareja de manera inequívoca que lo amas.
6. Dedica tu esfuerzo
Las buenas relaciones de pareja entienden que es necesario dedicar esfuerzos para que las cosas sigan funcionando sin problemas. Eso significa que a veces necesitas hacer cosas que no quieres hacer porque son importantes para tu pareja. Otras veces significa que tienes que poner todo tu empeño en calmar o escuchar las preocupaciones de tu pareja, aún cuando eso no sea la cosa más fácil o más conveniente de hacer en el momento. Las relaciones requieren mucho trabajo para poder ser felices, buenas y duraderas.
7. Concéntrate en lo positivo
Aún la mejor de las relaciones tiene retos e incluso la más maravillosa de las parejas puede tener sus malos momentos. En tiempos difíciles, aquellos que busquen una relación feliz lucharán contra las cuestiones negativas con cosas positivas. Si al final de un largo día tu compañero se siente irritable, recuerda el maravilloso fin de semana que pasaron juntos o lo divertido que puede ser. Si te diste cuenta que tu pareja es un poco desordenada, por ejemplo, y no parece que fuera a cambiar, céntrate en qué gran cocinero o qué padre excelente es. Invierte tu pensamiento para recordarte que tu pareja tiene magníficas cualidades y que te sientes feliz de estar juntos.
