Written by : Kate Chynoweth

5 consejos de expertos para tener una boda sin estrés

Las bodas deberían ser una experiencia placentera, pero para las novias, el estrés es una consecuencia lógica. Consulta esta lista para mantener la calma en este momento de tensión y estar plenamente presente y fabulosamente animada en cada instante de este día tan especial.

Pareja casándose.

Respira profundamente, vive el aquí y ahora y disfruta a pleno de este bello día.

Las bodas son momentos gratificantes pero especialmente para las novias, el estrés es una lógica consecuencia. Afortunadamente, mantener el rumbo positivo puede ser simple si planificas estratégicamente y evitas todos los disparadores más comunes de ansiedad. Consulta esta lista para mantener la calma en este momento de tensión y estar plenamente presente y fabulosamente animada en cada instante de este día tan especial.

1. Facilita tu mañana

Posiblemente el consejo más importante es dormir un poco la noche anterior, lo cual significa evitar esa necesidad urgente de reunirse con las amigas, que tal vez se queden tomando las últimas copas de la noche después de la cena anterior al día de la boda.

Toma un delicioso desayuno, preferentemente sin beber demasiadas tazas de café tranquilizante. Pasa tiempo con las personas que te hacen feliz. (Si tu tía tiende a trasladar su estrés a los demás, por ejemplo, asegúrate de que solo pase a verte en una breve visita.)

No comiences a moverte maníacamente a toda prisa desde la primera hora del día. ¡Reserva toda esa energía para el momento del baile de recepción! En el presupuesto para el peinado y el maquillaje contempla tener algunos minutos de más así evitas preocuparte si la sesión se alarga un poco: sentir que el tiempo apremia puede desencadenar preocupaciones innecesarias.

Crea una lista de reproducción de música suave que puedas escuchar durante todo el día a medida que te preparas y se acerca el momento. Eso no solo te ayudará a relajarte sino que además se convertirá en un recuerdo cargado de emotividad que podrás volver a escuchar más adelante.

2. No actúes como organizadora de bodas

A medida que se acerca el momento de la ceremonia, a veces las novias caen en la trampa de angustiarse por la logística. ¿Se acordará el servicio de catering usar las servilletas con nuestras iniciales grabadas? ¿Estarán todos los invitados puntualmente presentes para las fotos?

Si bien esos latosos temores son comprensibles, dado que son las novias las que en general están más involucradas en la organización de la fiesta, es momento de dejar todo eso de lado. No puedes mantener la cordura si estás inquieta preocupándote por cuestiones menores.

¡Mantener la calma en tu gran día es el real motivo por el que has hecho innumerables preparativos! Tómate un momento de contemplación para soltar todos los temores y ansiedades que puedas tener. Después retírate y deja que todos los demás hagan su trabajo. Ocúpate de ti y todas las piezas del rompecabezas comenzarán a encajar.

3. Cuídate como una atleta

Cuando estás enloquecida de entusiasmo lo más probable es que olvides tomar agua y comer unas cuantas comidas pequeñas. Pero el día de la boda siempre es muy extenso y eso exige de una enorme resistencia. No dejes de hidratarte, especialmente entre copas de champagne o vino y come pequeños bocados durante todo el día.

¿Deseas tomar Gatorade y comer una barrita de proteínas antes de ponerte el vestido? Buena idea. Otro aspecto fundamental: para la recepción, contempla poder cambiarte por algo más cómodo, como sandalias de plataforma o zapatos planos, en especial si planeas lucir un bello vestido de boda de corte sirena. Recuerda llevar un bolero o un chal en caso de que sientas frío después de bailar; lleva protector solar si vas a estar al aire libre: ¡trata de estar cómoda y podrás mantener la vitalidad!

4. Confía en tus amigas

Las bodas, como las vacaciones, no serían una verdadera celebración sin un poco de desorden y mala conducta. Ya sea que la fiesta se vuelva un caos por el típico bebedor empedernido o que la pareja recién divorciada comience a lanzarse insultos, siempre existirá alguna posibilidad de alboroto. ¿Qué tiene que hacer la novia? Afrontar la verdad: no puedes ser responsable por la manera en que cada invitado decida actuar.
 
Si puedes identificar de antemano donde pueda haber dificultades, pídele a la madrina o al padrino de la boda que estén atentos y que intervengan alegremente si fuera necesario. Pero en resumidas cuentas lo más importante es que tú te mantengas centrada en la emoción de la boda. Casi todo el mundo dejará lo mejor de sí en tu boda y tú también lo harás, si no te dejas distraer por preocupaciones innecesarias.

5. Envuélvete de dicha

Hasta en los mejores planes pueden aparecer sorpresas de último momento. Si hay algún desliz, no dejes que te afecte: solo mantén tu sentido del humor y sigue adelante. ¿El DJ se equivoca al momento de hace sonar la primera canción? Comienza a bailar igual y ríete de complicidad con tu flamante esposo.

¿Comienza a llover inesperadamente en tu boda al aire libre? ¡No te preocupes! Tu Dama de Honor puede protegerte con un paraguas. Si te mantienes relajada y sin preocupaciones, tus invitados también se sentirán así.  

Independientemente de los inesperados contratiempos que se interpongan en el camino, los recuerdos increíbles de casarte con el amor de tu vida, rodeada de amigos y familiares, serán imborrables.


Kate Chynoweth es autora de The Bridesmaid Guide: Modern Advice on Etiquette, Parties, and Being Fabulous. Numerosas revistas y podcasts han publicado su asesoramiento especializado para novias y fiestas de boda. Vive en Berkeley, California. 

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