Written by : Shelley Levitt

Día Internacional de la Felicidad

A medida que nos acercamos al 20 de marzo, Día Internacional de la Felicidad, Live Happy inicia el mes con una serie mundial de muros de la felicidad y 31 días para dar y compartir con la campaña #HappyActs (actos felices).

Día Internacional de la Felicidad

El porqué de su importancia y cómo participar

El 19 de marzo de 2015, antes de morir Bea Simmons West le hizo una última petición a su hija Zoe Morris: “Pase lo que pase, deseo que estés en el muro de la felicidad.”

Un año antes Zoe y sus compañeros habían levantado un enorme muro anaranjado en el campus de la Universidad de Pittsburgh y pedían a los transeúntes que escribieran cómo compartían su felicidad. Ese fue el primer año de estos muros de la felicidad, una iniciativa que Live Happy puso en marcha para celebrar el Día Internacional de la Felicidad y que, por decreto de Naciones Unidas, a partir de 2012 se celebra cada año el día 20 de marzo.

Nadie sabía muy bien a qué atenerse en Pittsburgh o en los otros 29 muros que estaban montando en distintas ciudades de todo el país. ¿La gente se burlaría y seguiría su camino? ¿Los jóvenes se detendrían para compartir en el muro lo que les provoca alegría?

En Los Ángeles y Nueva York, en Chicago y Atlanta, en Dallas y desde luego, en Pittsburgh también, aquellos inmensos muros anaranjados se convirtieron en verdaderos imanes de júbilo y regocijo. Zoe recuerda que “había cerca de 500 personas, que se detenían para escribir en el muro.” “Las maestras dejaban mensajes de todo lo que les producía felicidad sobre sus alumnos. Los niños escribían de su pasión por los deportes o del amor que sentían por sus mamis. Mucha gente escribía lo que era capaz de hacer para que otras personas se sientan felices. Nos reímos mucho de lo que un estudiante escribió una vez: “voy a esforzarme mucho más para aceptar a la novia de mi compañero de cuarto.”

Al año siguiente, el 21 de marzo de 2015, a dos días del fallecimiento de su madre, Zoe se encontraba una vez más presentando el muro de la felicidad. “Mi madre dedicó su vida a servir a la gente y a alegrarles la vida,” afirma Zoe. “Y aún ese día, ella me estaba cuidando. El dolor estaba presente pero fue muy positivo estar cerca de gente con tanta energía porque todos estaban rebosantes de felicidad. Y desde luego, esa fue la intención de mi madre. A ella le había encantado la idea del muro de la felicidad y sabía la alegría que me daba.”

Deborah K. Heisz, cofundadora, directora ejecutiva y directora editorial de Live Happy, dice que el Día Internacional de la Felicidad es precisamente lo que describe Zoe y es la razón por la que Live Happy lo celebra de la forma en que lo hace, convocando a la gente a tomarse unos instantes para salir del caos de la vida cotidiana, visitar los enormes muros anaranjados y reunirse para compartir actos de amor y bondad.

“Compartir felicidad no es un solo día al año o una sola promesa escrita en marcador mágico sobre un gran muro,” dice Deborah. “Es una manera de vivir, que enaltece nuestra condición humana y nos recuerda como individuos y comunidades que cambiar el mundo para bien está en nuestras propias manos, a partir de pequeñas acciones para transformar cada instante en algo positivo.

“La felicidad, tal como nosotros la entendemos, comprende el dolor y los lazos entre las personas, el crecimiento y las posibilidades y nos da valor para vivir una vida auténtica y enriquecedora. Tiene que ver con lo más importante de la vida y por eso es tan significativo para nosotros ver a cuántas vidas se puede llegar tan solo con un muro, una conversación, un mensaje escrito a mano.”

El movimiento de la felicidad se acrecienta

La cantidad de muros de la felicidad ha sido mayor cada año. En 2016, hubo más de 100 muros distribuidos por patios de escuelas, centros comerciales, parques de oficinas, plazas principales de pueblos y ciudades y aeropuertos en 70 ciudades de todo el mundo, desde Río de Janeiro y Vancouver, pasando por la Columbia Británica en el suroeste de Canadá, a Honolulu y Ciudad de México.

Grupos de danza, acróbatas, equilibristas en zancos, bandas locales, artistas de maquillaje corporal, artistas creando sorprendentes figuras con globos, gente posando frente a los muros con boas de plumas y enormes gafas de color morado y anaranjado… todos se dieron cita en los festejos.

Felicidad viralizada

Y sin embargo, la verdadera fuerza de la celebración de Live Happy por el Día Internacional de la Felicidad es más calma, incluso, casi imperceptible. Está en los compromisos que las personas de todas las edades asumen por defender la felicidad mediante pequeñas acciones de bondad, generosidad y gratitud. Eso es lo que nosotros llamamos actos felices (#HappyActs). Sonríe más. Prepara dos platillos y regala uno. Diles a todos tus amigos lo que significan para ti. Ayuda a un vecino con alguna tarea hogareña. Regala crayolas y libros para colorear al hospital de niños.

Cada día durante todo el mes de marzo, Live Happy sugerirá diferentes actos felices (#HappyActs) que todos podrán realizar y compartir. En la mayor campaña mundial por el Día de la Felicidad, estos actos felices se transmiten de persona a persona, de familia en familia, cobrando cada vez más fuerza en comunidades, ciudades, países y continentes. Desde aquel primer Día de la Felicidad en 2014, miles de personas se han manifestado espontáneamente por Internet y en los muros para compartir sus auténticas imágenes de felicidad, que a su vez, han llegado a decenas de millones de personas en todo el mundo.

El año pasado, Zoe presentó un muro en el centro comercial Ohio Valley, no muy lejos de Moundsville, su ciudad natal en Virginia Occidental. “Superó ampliamente lo que me propuse alcanzar,” dice. “Por tres días tuvimos inmensos paneles intermitentes del Día de la Felicidad en la interestatal. Tuvimos música desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde, con artistas locales cada media hora. Los comerciantes donaron galletas dulces para que los niños las decoren. Participaron todos. Fue el aniversario de la muerte de mi madre y lo que podría haber sido un día terrible finalmente se convirtió en un bello día de felicidad.” Una pequeña compartió un acto feliz que capturó a la perfección el espíritu de comunidad solidaria. “Si alguien se cae,” escribió, “le pregunto si se siente bien y lo ayudo a levantarse.”


Shelley Levitt es escritora independiente y vive al sur de California.

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