Consejos para dar y recibir en estas fiestas de manera inteligente y significativa.
Antes de salir corriendo al mall a elegir un suéter del reno de gran tamaño para la Tía Sally y una batería para tu sobrino de 4 años (divertida para él, pero no tanto para tu hermano y su esposa), esta guía de compras para las fiestas basada en la ciencia de la felicidad te podría resultar muy útil.
¿El regalo de la felicidad?
Científicamente el máximo indicador de la felicidad, de lejos, es el apoyo social: tanto la importancia como la multiplicidad de tus relaciones. Entonces considera la posibilidad de dar regalos que sean actividades, como una tarde especial en la pista de hielo con una buena taza de chocolate caliente y malvaviscos. A diferencia de un obsequio físico, esta experiencia te dará la posibilidad de dedicar más tiempo de calidad a tu familia o amigos y fortalecer tus vínculos.
El secreto de usar esos momentos exclusivos es conectarse realmente y dialogar mucho mejor de lo que normalmente conversas con otras personas. Esto le recuerda a nuestro cerebro el profundo apoyo social que alimenta nuestra propia felicidad tanto como la de ellos.
Promueve momentos de deleite
La diferencia entre el placer temporal y la memoria positiva continua radica en la capacidad de saborear o regresar mentalmente a un evento o un sentimiento. Un obsequio que causa un pico de felicidad en el momento y que apenas puedes recordar una semana más tarde se parece a unas fantásticas vacaciones que jamás volverás a recordar.
Cuando salgas de compras esta temporada, piensa en regalar aquello con lo que el receptor pueda beneficiarse de manera continua. Por ejemplo, para tu pareja podrías comprar un cojín personalizado con fechas especiales sólo para ustedes dos, que literalmente les ayude a revivir momentos importantes cada vez que lo vean. (¡Nosotros tenemos uno de esos!)
A un amigo o amiga podrías comprarle una taza de café con una imagen de algo significativo para que comience el día con un recuerdo positivo: la clave es elegir un presente que mantenga la atención del receptor en momentos positivos y felices.
Evita la trampa de la escasez
Es normal desear a veces dar un obsequio mejor del que podemos comprar. La profesora Carol Dweck, Ph.D. de la Universidad de Stanford denomina “mentalidad de falta” (deficit mindset) al fenómeno de concentrarnos en aquello que no tenemos y que nos roba el presente (nuestros presentes) de alegría.
En lugar de eso deberíamos cultivar una mentalidad positiva, pensando en la suerte de tener un ser querido a quien poder darle un lindo obsequio y de tener también más recursos que algunas personas de este mundo.
Recibir es tan importante como dar
Todos sabemos que es mejor dar que recibir pero el dicho olvida un corolario importante: La manera como recibes importa (mucho) para la felicidad de quien da.
Si recibes bien, tu reacción ante un obsequio en realidad, puede ser un obsequio en sí y por sí mismo. El problema es que muchos no podemos recibir obsequios sin que nuestro cerebro genere pensamientos negativos como, “No merezco este regalo” o “Ahora estoy en deuda contigo.”
Piénsalo: Cuando los demás se muestran entusiasmados con nuestros obsequios y responden con alegría y gratitud nos sentimos más felices. Entonces si cambiamos sutilmente nuestra egocéntrica idea de culpa por “Me siento tan agradecida/o no solo por el regalo sino también por la amistad que ese regalo representa”, generaremos mayores niveles de felicidad tanto para quien da como para nosotros mismos.
De esa forma, cuando Tía Bárbara te sorprenda con el mismo suéter del reno podrás apreciar genuinamente su amor y agradecer las adorables fotos que podrán tomarse juntas y que recordarán por muchos, muchos años.
Shawn Achor, autor de The Happiness Advantage y Before Happiness recientemente publicado, es uno de los expertos en potencial humano más destacados del mundo. Michelle Gielan es experta en la ciencia de la comunicación positiva y cómo utilizarla para alimentar el éxito. Anteriormente, fue presentadora de dos noticieros nacionales en CBS News. Juntos, Shawn y Michelle crearon GoodThink, empresa de asesoría en psicología positiva.