Prueba esta colorida y deliciosa ensalada de calabacines.
Esta fresca y colorida ensalada de calabacines es tan bonita como saludable. Las calabazas verdes y amarillas ricas en antioxidantes alfa y betacaroteno, luteína y ceaxantina, son una solución de bajo contenido calórico para tu sistema. La cáscara es comestible y muy rica en fibra dietética, por lo que también aporta una generosa dosis de potasio y vitamina C.
Acompaña esta receta con pan crujiente y una copa de vino blanco fresco y sírvela como entrada o incluso, como comida ligera.
Ensalada de calabacín, queso feta y hierbas
Para 4 personas
½ cebolla roja pequeña, cortada en rodajas finas
2 calabacines verdes, cortados a lo largo en rebanadas delgadas con pelador o mandolina
2 calabazas amarillas, cortadas a lo largo en rebanadas delgadas con pelador o mandolina
¼ taza de aceite de oliva extra virgen
Jugo de ½ limón
Sal gruesa y pimienta negra recién molida para sazonar
Aprox. 12 hojas de albahaca picadas
Aprox. 12 hojas de menta fresca picadas
Aprox. 2 cucharadas de queso feta desmenuzado
Vinagre balsámico de buena calidad para añadir unas gotas por encima (opcional)
Coloca las rodajas de cebolla en un recipiente con agua helada y deja reposar durante 10 minutos para sacarle parte del sabor fuerte.
En un tazón mediano combina las rodajas de calabacín, calabaza y cebolla; añade aceite de oliva, limón; sal y pimienta, albahaca y menta hasta que todos los vegetales queden bien sazonados.
Toma cuatro platos y coloca un cuarto de los vegetales en cada uno. Coloca por encima el queso feta desmenuzado y unas gotas de vinagre balsámico de buena calidad, si lo usas.
Sirve y disfruta.
Brigit Binns es autora de 29 libros de cocina, aunque tal vez haya perdido la cuenta. Su obra más reciente, Eating Up The West Coast, ya se encuentra disponible donde quiera que se vendan libros.