Todos necesitamos un refugio en medio de este mundo tan ajetreado. Aquí te compartimos algunas claves para que encuentres el tuyo.
En otro artículo exploramos el concepto de “lugar feliz”: ese espacio donde hallar alegría y significado en medio de un mundo caótico. En esta ocasión te contamos cómo identificar tu propio lugar feliz, ¡por si aún no lo has hecho!
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“El mundo es demasiado para nosotros”, escribió el poeta William Wordsworth. A todos nos ha pasado: sentirnos abrumados por las interminables listas de cosas por hacer, las bandejas de entrada desbordantes de mensajes, las exigencias del trabajo y la vida cotidiana, los amigos que adoramos, las organizaciones que respaldamos… Cuando sentimos que el caos comienza a rodearnos necesitamos refugiarnos en nuestro lugar feliz.
“Todos deberíamos tener un lugar a donde poder acudir para sentirnos seguros y felices.” señala la psicóloga de Pittsburgh Nancy Mramor, que dirige talleres sobre cómo alcanzar la felicidad. “Puede ser un sitio a donde poder ir personalmente o incluso, solo imaginarlo; pero debe ser un respiro que nos permita volver a cargarnos de energía.”
Aquí te compartimos algunas claves para que encuentres tu lugar especial en el mundo:
1. Rememora los lugares donde hayas podido apreciar sonidos
El trino de las aves, el murmullo de un arroyo, bella música, las voces de la gente.
2. Evoca los lugares que te hayan deleitado con sus imágenes
Una vista amplia del cielo o del mar, colores y formas placenteros, arte o arquitectura estimulante.
3. Elige un lugar en el que puedas vivir todo aquello que contribuya a la felicidad
Actividad física, contacto social con gente feliz, creatividad, risas. Según Nancy, tu lugar feliz también puede ser un “entorno que ofrezca pocos estímulos con algo de lo antedicho. La tranquilidad total puede ofrecer una sensación de paz que puede durar mucho tiempo”.
4. Recuerda en qué lugar has sentido gran satisfacción y profundo significado
Podría ser el parque de juegos donde llevabas a tus hijos cuando eran pequeños; el refugio de animales o el banco de alimentos donde solías prestar servicios de voluntariado; la cafetería donde conociste a quien sería tu futura pareja…
5. Mantén una actitud abierta
Los estudios publicados en la revista Journal of Environmental Psychology demuestran que pasar apenas 20 minutos al día en contacto con la naturaleza estimula considerablemente los niveles de vitalidad. Otros pueden preferir un día de spa, una jornada de retiro espiritual zen con velas y música relajante o una tienda de artículos para la cocina llena de ollas relucientes e ingredientes exóticos.
Para Nancy, “algunas personas, en especial, las que trabajan solas, consiguen estimular su alegría con solo ir hasta la cafetería local y conectar sus laptops.”
Shelley Levitt es periodista independiente del sur de California.
De la edición de agosto 2015 de la revista Live Happy.