Realiza y celebra tus pequeños actos de valentía.
Piensa en El mago de Oz y su León Cobarde, que solo desea tener una cosa: valentía. Se muestra temeroso, tímido e inseguro. Recién al final de la historia, cuando el Mago de Oz le coloca una medalla en el cuello como símbolo de valentía, el León Cobarde se da cuenta que siempre había sido valiente.
Y al igual que en la enseñanza del León Cobarde, la valentía no es algo que podamos recibir como una medalla o que podamos encontrar en un libro, así como tampoco es algo que nace con nosotros. En su acepción más auténtica, la valentía es algo que preconizamos y que crece en nuestro interior.
Y aquí viene la buena noticia: ser valiente no significa rescatar a alguien de un edificio en llamas, hacer grandes sacrificios o increíbles proezas físicas. Si lo piensas, muchas de las cosas que hacemos cotidianamente requieren valentía. Para salir adelante en la vida es suficiente con tener un poco de valentía.
Cultivar la valentía puede resultar fácil si le dedicamos el tiempo y la energía necesarios. Estos son algunos de mis métodos favoritos para ser un poco más valiente todos los días:
1. Conócete
Tómate el tiempo para ver quién eres como persona y conocer tus puntos fuertes y los aspectos en los que tal vez necesites crecer un poco para ser más valiente. También trabaja en esas áreas en las que podrías mejorar o recurre a otros para que te ayuden a reforzar lo que te falte.
2. Asume la responsabilidad de tus errores
Analiza cómo vives y dónde has cometido errores. Admite tus equivocaciones, reconócelas e intenta aprender de ellas. Si hiciera falta, pide disculpas.
3. Perdónate
Nadie es perfecto. Esfuérzate por tus progresos, no por la perfección. Si te caes del caballo, sé amable contigo y vuelve a montarlo.
4. Hazlo por ti: defiéndete
No permitas que otros te presionen a pensar, actuar o sentir de determinada manera aunque creas que es lo que esperan de ti. Sé valiente y defiende tus propios deseos y necesidades.
5. No te rindas
Recuerda, siempre habrá esperanza mientras lo sigas intentando. Cuando las cosas se ponen difíciles y tu fortaleza comienza a decaer, descansa, recarga energía y sigue adelante. Lucha por lo que deseas y necesitas.
6. Aprende a decir ‘sí’
Si algo suena interesante pero es un poco (o ¡muy!) intimidante, dí que sí e inténtalo. Anímate y ‘sumerge un dedo en el agua’, quizás descubras algo nuevo sobre ti.
7. También aprende a decir ‘no’
Si algo o alguien te hacen sentir incomodidad, moviliza toda tu valentía y si tienes que invertir tiempo y energía cuando no lo deseas, simplemente responde ‘no’.
8. Olvida lo que no puedes reparar o cambiar
Aún las personas más valientes no cambian lo que no pueden cambiar. Si no puedes cambiar algo, suéltalo, déjalo ir, acéptalo como es e invierte toda tu capacidad en aquello que sí puedas cambiar o mejorar.
9. No temas al miedo
Muchos creemos que necesitamos esperar que el miedo desaparezca pero a veces el temor nunca se va, así que reconócelo, déjalo existir y toma como sea las medidas que necesites tomar. Temer es necesario y saludable a la vez.
10. Concéntrate en lo positivo
Concentrarse en lo positivo es importante en cualquier situación; sin embargo, en momentos difíciles es absolutamente necesario. Busca el ‘diamante en bruto’, piensa lo bien que te sentirás al final y dedícate más tiempo para disfrutar la fragancia de las rosas.
11. Date una palmadita en la espalda
Necesitas valentía para enfrentar tus miedos. Al igual que el León Cobarde, todos nos merecemos algún tipo de reconocimiento. Date tu propia “palmadita en la espalda”, elógiate por haber realizado una labor fantástica y date permiso para disfrutar y reconocer tus esfuerzos.
Stacy Kaiser es una exitosa psicoterapeuta del sur de California, autora, experta en relaciones humanas y una personalidad mediática. También es colaboradora habitual de Live Happy.
Para leer más sobre la valentía, busca la edición de junio 2015 de la revista Live Happy.
