Investigaciones recientes revelan que realmente podemos modificar nuestro ADN para vivir más felices por más tiempo.
Desde hace años los científicos saben que los telómeros —capuchones alojados en los extremos de cada hebra de ADN— protegen nuestros cromosomas y afectan la rapidez y la eficacia de nuestro ritmo de envejecimiento celular. El desgaste gradual de los telómeros afecta nuestro proceso de envejecimiento, lo que explica por qué algunas personas parecen envejecer más rápido que otras. Los telómeros se acortan a medida que envejecemos, pero ciertos hábitos como el tabaquismo, la falta de ejercicio, la mala alimentación y el estrés también contribuyen en gran medida a acortarlos.
Lo bueno es que, así como ciertos hábitos pueden desgastar y acelerar el proceso de envejecimiento de nuestros telómeros, también podemos hacer algunas cosas para alargarlos Y lo mejor es que en muchas de esas prácticas encontraremos más satisfacción y felicidad con solo integrarlas a nuestra vida.
Cambia tu ADN
"Hay pequeñas cosas que podemos hacer de manera cotidiana para mejorar los efectos positivos sobre los telómeros", explica la doctora Elissa Epel, coautora del libro “La solución de los telómeros” (The Telomere Effect), junto a la doctora Elizabeth Blackburn, Premio Nobel de Medicina en 2009 por el revolucionario descubrimiento del rol de los telómeros en el proceso de envejecimiento. Elissa señala que hay un interés creciente en el modo en que ciertos hábitos, como la gratitud, la meditación y la felicidad, pueden influir en la longitud de los telómeros.
"Hablamos de pequeños hábitos de vida, que realmente aportan a la estabilidad celular saludable años más tarde, cuando normalmente solemos ser más vulnerable a las enfermedades del envejecimiento", comenta Elissa. "Las personas con telómeros más largos tienen un 20 por ciento menos probabilidades de padecer enfermedades coronarias".
Si bien aboga por el consumo de una alimentación saludable rica en verduras, la indicación de Elissa para vivir más también difiere del enfoque tradicional, según el cual lo ideal es comer sano y hacer ejercicio. Para ella, vivir más tiempo y más feliz se debe en gran medida al hecho de poder cambiar nuestra respuesta al estrés y minimizar los pensamientos negativos.
"La forma de pensar y la salud mental son algunas de las características más importantes del envejecimiento saludable", afirma. "No podemos olvidar el trabajo que significa mantener hábitos buenos y saludables de manera cotidiana… pero muy poca gente se da cuenta que también es sumamente importante dónde ponemos nuestra atención".
Reduce el estrés y trabaja en el bienestar
Mantener la atención en cosas positivas, cualquiera sea la situación, y encontrar la manera de dedicarse plenamente a la vida han demostrado tener plena relación con los telómeros más largos. Ciertas prácticas como la meditación, el tai chi y el qi gong pueden reducir el estrés e incrementar la producción de telomerasa, la enzima encargada de la renovación telomérica.
"Cuando no podemos modificar las situaciones estresantes, tenemos que vivir con ellas con más elegancia", indica. "Es difícil poder escapar por completo del desgaste. Pero existen diferentes maneras de vivir con una situación espinosa." Por ello recomienda centrar la atención en las cosas positivas de la vida, aún cuando estemos envueltos en infinidad de situaciones negativas, y ocuparnos de nuestra vida en tiempo real.
"En cierto sentido, el estrés y el envejecimiento son íntimos amigos. El estrés psicológico crónico puede acelerar el envejecimiento de diversas formas, en particular, aumentando poco a poco la inflamación en los vasos sanguíneos con el correr del tiempo y acortando los telómeros".
La adopción de prácticas físicas y mentales saludables puede, no obstante, compensar algunos de esos efectos. Según Elissa "para el estrés, son realmente amortiguadoras e indispensables". "No son simplemente “buenas” sino fundamentales para darle continuidad y largos años de salud a tu vida".
Paula Felps es editora científica para Live Happy.