Cuando la noticia sólo deja desesperanza, estas herramientas te ayudarán a conservar el equilibrio y mantener la negatividad a raya.
Si has comenzado a sentir que escuchar los noticieros nocturnos es un ejercicio de fortaleza personal, no eres la única. En las últimas semanas, los desastres naturales y las tragedias provocadas por el hombre han acaparado los titulares, desde ataques terroristas y tornados al creciente descontento racial. Y no hablemos de política.
Conéctate a Internet para escaparte con un par de videos descabellados y pronto estarás abriéndote paso a noticias aún peores. Muchos amigos y familiares usan las redes sociales para ver y participar en los últimos acontecimientos del día pero rápidamente te enteras cómo difieren sus opiniones y qué cortantes se vuelven sus argumentos.
Francamente, así es difícil que encuentres tu lugar feliz.
Naturalmente negativa
Nuestra natural tendencia a la negatividad tampoco ayuda. Si bien nos sentimos atraídas espontáneamente por los fenómenos más peligrosos o trágicos, también es cierto que esa atracción a las tinieblas la pagamos con una gran carga emocional.
Las investigaciones indican que la exposición continua a las malas noticias puede propiciar ansiedad, depresión e incluso, estrés postraumático. Neurológicamente, cuando nos exponemos a la
programación negativa por un período prolongado comenzamos a interpretar el mundo como algo menos seguro. Nos volvemos más concientes de los acontecimientos negativos, que generan un círculo vicioso en nuestro cerebro.
Y ahora la buena noticia: si bien no podemos modificar los titulares de las noticias, podemos cambiar la manera en que nos afectan.
“Mucho de eso dependerá de cómo atendemos a las noticias y del equilibrio que le demos a lo que circula,” afirma el licenciado Joseph Cardillo, autor de Body Intelligence: Harness Your Body’s Energy for Your Best Life (La inteligencia corporal: aprovecha la energía de tu cuerpo para vivir mejor).
Joseph asegura que todo comienza por escuchar con compasión, lo cual implica abandonar nuestros estereotipos e ideas preconcebidas. Admite que es algo que requiere de cierta práctica, pero que resulta clave para explicar el porqué de las cosas que le suceden a las personas y a toda la población.
Actúa con empatía y buen corazón
“Cuando comprendemos mejor porqué ocurren las desgracias, podemos volcar plenamente nuestra atención a las pequeñas cosas que podemos hacer para revertir las cosas negativas,” afirma.
Eso supone poder regalar una sonrisa o un abrazo a quien se sienta molesto o triste. O hacer algo agradable por un compañero de trabajo. Enviar una nota de agradecimiento a un policía que no conoces o comprar un café para una persona desconocida. No solo los harás sentir mejor: tú también te sentirás mejor.
“Cuando hacemos cosas como esas, las hormonas que dan sensación de bienestar, como la serotonina y la dopamina, alcanzan una interacción equilibrada en el torrente sanguíneo lo que nos hace sentir bien, virtuosos, recompensados y felices,” explica Joseph.
“Esos cambios en la química de la sangre y la predisposición facilitan la preferencia por el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Se trata de una situación beneficiosa para todos porque nos hacemos sentir felices mutuamente pero contribuimos al bien de todos mientras generamos un circuito de energía humano, sanador y vivaz.”
En otras palabras, todo lo que va… vuelve. Y poner en práctica acciones positivas o compasivas, aún en medio de las épocas difíciles, afectará genuinamente tu bienestar físico y emocional.
“En filosofía, se llama poder del espíritu humano,” explica. “Es algo tan poderoso que permite establecer nuevos procedimientos cerebrales y, en consecuencia, nuevos circuitos que permiten ingresar en estados de felicidad y salud.”
¿Del dicho al hecho hay mucho trecho?
Si la solución parece demasiado simple, intenta ponerla en práctica a diario y te sorprenderás del trabajo que exige. De nuevo, esa natural inclinación por la negatividad intentará desviar nuestra atención, pero Joseph sugiere las siguientes técnicas para promover esa energía que produce sensación de bienestar.
- Comienza y acaba tu día con ejercicio físico consciente. El trotar o caminar por las mañanas contemplando la belleza de la naturaleza que te rodea es una manera saludable de despertar y puede colocarte en el estado de ánimo correcto. De igual modo, la práctica suave y consciente de elongación o yoga es una buena manera de liberarse de las noticias del día.
- Toma un descanso de la negatividad y ten en claro cuándo te permitirás exponerte a ella. Seguramente quieres estar informada, pero escuchar noticias negativas antes de hacer algo importante, como asistir a una reunión o saludar a un ser querido, puede alterar la energía de ese evento. Escoge cuidadosamente tus tiempos.
- Conoce todo aquello que te levanta el ánimo. Todos tenemos ciertos colores, fragancias y canciones a las que respondemos de manera favorable; crea tu propio kit de positividad y úsalo cuando comiences a sentirte agotada o deprimida.
Por cierto, todos nos esforzamos por mantener el equilibrio entre estar informados y sentirnos abrumados. Si te sientes sin fuerzas, intenta actuar o intervenir donde puedas, por ejemplo, dona sangre o participa voluntariamente en una causa en la que creas. Hacerlo te proporcionará una positiva sensación de compromiso frente a toda esa negatividad.
Paula Felps es Editora Científica para la revista Live Happy.