Written by : Suzann Pileggi

Ama bien para vivir bien

Después de haber dedicado más de la mitad de su vida al estudio de la longevidad, el psiquiatra de la Universidad de Harvard George Vaillant revela a nuestra bloguera su última investigación sobre qué se necesita no solo para vivir más tiempo, sino también para vivir mejor.

Pareja de ancianos felices

La gente vive más tiempo que antes. De hecho, recién vi en televisión un reportaje sobre una mujer que hoy cumple 116 años y que hasta hace muy poco cortaba el césped de su jardín. Derrochando más vitalidad que mucha gente de la mitad de su edad, me hizo preguntarme: ¿Qué es lo que contribuye al envejecimiento saludable en la tercera y quizás, incluso en la cuarta edad?

Decidí consultar al psiquiatra de Harvard, George Vaillant, quien ha revelado algunos de los factores determinantes del sano envejecimiento, tras haber dedicado más de la mitad de su vida a dirigir el estudio sobre desarrollo adulto, conocido como “Grant Study of Adult Development”. 

Siendo uno de los estudios de mayor duración sobre desarrollo humano, desde 1938 el Grant Study ha seguido de cerca la salud emocional y física de 268 hombres de Harvard a medida que envejecían. 

Los hábitos, y no los factores hereditarios, son más importantes para la salud

George documentó los resultados del Grant Study en tres libros reveladores. Su primer libro, Adaptation to Life (1977), la ya clásica obra sobre desarrollo adulto, analiza la manera en que los hombres salen adelante hasta los 55 años e identifica varias conclusiones positivas y negativas. Aging Well aparece 25 años después y muestra que el envejecimiento físico-emocional saludable entre los 55 y 80 años depende menos de los factores genéticos y en cambio, está más relacionado con las decisiones del estilo de vida, como evitar el abuso de consumo de alcohol y tabaco, practicar regularmente ejercicios físicos suaves, mantener un peso saludable, mostrar un estilo de afrontamiento adaptativo a la vida y tener un matrimonio amoroso. 

Hoy, el último libro de George, Triumphs of Experience: The Men of the Harvard Grant Study, publicado más de 75 años después del inicio del estudio, sigue a algunas decenas de los hombres que sobrevivieron y que hoy tienen casi 90 años. Muchos de ellos, como la centenaria mujer que mencioné al principio, se mantienen muy activos más allá de la edad convencional de retiro. Entonces, ¿cuál es su secreto?

“Para envejecer con gracia a partir de los 90 años y más, son más importantes los hábitos adquiridos antes de los 50 años que los factores hereditarios,” afirma George.

Todo lo que necesitas es amor

Sin embargo, para sobreponerse al estrés y envejecer de manera positiva es más importante tener relaciones enriquecedoras y afectuosas. “Esas relaciones nos ayudan a recuperarnos de un pasado perjudicial (por ejemplo, de una infancia adversa) incluso muchas décadas después,” explica George. Es más, los fuertes lazos forjados en etapas tempranas de la vida juegan como un factor de protección más adelante.

George descubrió que las emociones positivas y más concretamente, el amor es el ingrediente clave para el envejecimiento sano ya entrada la tercera edad y más. “Para preservar la salud mental y física a los 80, haber tenido un matrimonio afectuoso y estable a los 50 años mostró mejores resultados que el ejercicio o el peso,” dice. “Las cuestiones viscerales, como las emociones positivas de amor, esperanza y alegría, afectan nuestra salud.”

En realidad, el efecto de la emoción positiva en nuestro sistema nervioso es similar a la respuesta de relajación que se dispara con la meditación. Las emociones positivas (como el amor) disminuyen nuestro metabolismo basal, presión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y tensión muscular, todos factores conducentes a una mejor salud. En otras palabras, el amor puede, literalmente, curar y fortalecer nuestro corazón.

Una simple manera de obtener beneficios para la salud del corazón y el sano envejecimiento es ponernos a diario en el amoroso abrazo de otros, dice George, porque el amor “sincero” no es nada más una agradable sensación, también es bueno para nosotros.

Y quién sabe, ¡tal vez nos lleve también a estar activos a los 116 años! 


Suzann Pileggi Pawelski, Máster en Psicología Positiva Aplicada, es escritora independiente, especialista en la ciencia de la felicidad y sus efectos en las relaciones y la salud.

 

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