Si eres feliz y lo sabes… ¿Podrías vivir más tiempo?
Las investigaciones nos muestran que vivir un estilo de vida positivo y feliz desde este preciso instante —no a partir de mañana ni dentro de diez años— atendiendo las cuestiones de salud, nos permitiría vivir mucho más tiempo que quienes viven cada día con actitud negativa.
Entre lo más destacado que hemos visto sobre este tema se encuentran las investigaciones de Ed Diener, científico de Gallup y ex profesor de psicología de la Universidad de Illinois. Diener realizó un análisis exhaustivo de más de 150 estudios sobre la relación entre el envejecimiento y la felicidad. Desde el estudio que examinaba la esperanza de vida de casi 200 jugadores de béisbol que se mostraban sonrientes en las fotos comparados con los que no sonreían, o la investigación con gemelos escandinavos, hasta la investigación de las autobiografías más positivas escritas por 180 monjas al momento de ingresar al convento, le permitieron constatar una temática clara y contundente: las personas felices viven más y con mejor salud.
¿Quiénes viven más tiempo?
En una entrevista con la oficina de noticias de la Universidad de Illinois, Diener llegó a decir incluso que, en su opinión, la información que vincula las sensaciones positivas y el goce de la vida con la longevidad es mucho más sólida que la afirmación que indica que la obesidad reduce la esperanza de vida de las personas. Esa es una creencia bastante firme pero es algo que deberíamos pensar. ¿Tienes la felicidad y la actitud positiva necesarias para alcanzar la marca del siglo?
Definamos primero qué es y qué no es la felicidad: felicidad no significa ignorar los aspectos negativos de nuestro entorno. La felicidad es considerar que tenemos el poder de hacer algo con ellos. Si quieres provocar un cambio positivo en tu vida, si quieres vivir una vida positiva, primero tienes que cambiar tu realidad.
1. Lleva un diario
En apenas dos minutos es posible rehacer las conexiones del cerebro, lo que a su vez, le permite funcionar de manera más optimista y satisfactoria. Durante 21 días seguidos, escribe por lo menos tres cosas nuevas que agradezcas cada día. Al término de ese periodo, tu cerebro comenzará a explorar el mundo pero no en busca de lo negativo, sino de lo positivo. Entonces comienza a anotar en tu diario una experiencia positiva que hayas tenido en las últimas 24 horas y deja que tu cerebro la reviva. Este tipo de ejercicios le enseñan a tu cerebro la importancia de tu conducta.
2. El sueño importa
Uno de nuestros estudios favoritos es de la publicación Asia Pacific Management Review de 2008, que muestra que si memorizas grupos de palabras positivas, neutras y negativas y después duermes durante siete u ocho horas, al día siguiente recordarás casi el 80 por ciento de las tres listas. Si pierdes una noche de sueño y permaneces sin dormir, por ejemplo, unas 36 horas, ¡seguirás recordando la mayoría de las palabras neutrales y negativas, pero recordarás 59 por ciento menos de palabras positivas! Esto se debe a que el cerebro interpreta la falta de sueño como una amenaza para el sistema nervioso central, entonces ingresa en un estado de alerta máxima, buscando más amenazas por el mundo, es decir, lo negativo.
Duerme siete u ocho horas por noche.
La fatiga afecta seriamente la capacidad de ver lo positivo de la vida, por lo que el sueño no es solamente bueno para tu salud sino también para tu bienestar. Entonces, apaga la televisión, guarda el libro y cierra los ojos por lo menos siete u ocho horas.
3. Deja de luchar contra el estrés
Sin lugar a dudas, el estrés puede ser perjudicial para nuestra salud. Incontables libros y revistas de investigación se han dedicado a este tema. Sin embargo, esa no es la historia completa: de hecho, existe una enorme cantidad de investigaciones que demuestran que el estrés puede fortalecer nuestro bienestar. Existe una realidad alternativa, pero igualmente cierta, en la que el estrés es realmente bueno para nosotros.
Usa el estrés a tu favor, no en tu contra
En primer lugar, toma conciencia del estrés. En segundo lugar, busca qué se esconde tras él. (“Estoy muy estresada por este proyecto porque sé que conseguiré un ascenso si lo logro.”) En tercer lugar, canaliza tu respuesta al estrés para mejorar tu motivación. El estrés es una respuesta instintiva de luchar o huir y cuando luchas o huyes de él, solo empeoras las cosas. Reconócelo y después canalízalo de forma positiva para mejorar tu vida y tu felicidad.
4. Espera el mejor resultado
El pesimismo defensivo, es decir, suponer lo peor hasta que queda demostrado que te habías equivocado, parece ser una posición bastante segura: de esa forma nunca te enfrentas a sorpresas y tampoco tienes un plan. Suena seguro, ¿verdad? El problema es que el cerebro construye todo un mundo en función de cómo esperamos que se vea. Entonces cuando uno no puede anticipar el logro, el significado, el reconocimiento y la gratitud, queda condenado a una realidad desprovista de ellos.
Digamos por ejemplo, que vas a correr una maratón. No empieces pensando en las lesiones que podrías sufrir o lo vergonzoso que sería si no llegas a la final. Por el contrario, prepara tu plan de entrenamiento, piensa en lo bien que te sentirás a medida que tus millas comiencen a aumentar y también anticipa esa bella cena que compartirás con tu familia después de la carrera para celebrar tu logro. Si esperas tener éxito, lo más probable es que lo encuentres.
Y eso es sólo el comienzo. Existen diferentes maneras de que tú también puedas ser más feliz y vivas una forma de vida más positiva. Pues sonríe y disfruta cada momento.
Traducción: Pat Melgar
Shawn Achor es autor de los libros The Happiness Advantage y Before Happiness, en la lista de los más vendidos del New York Times. Recientemente fue entrevistado en el programa televisivo de Oprah Winfrey, Super Soul Sunday en OWN, en el que se refirió a sus etapas para alcanzar la felicidad.
Michelle Gielan es experta en la ciencia de la comunicación positiva y en cómo utilizarla para alimentar el éxito. Fue presentadora de noticias nacionales en CBS News y es fundadora del Institute for Applied Positive Research, donde trabaja con empresas y escuelas para impulsar el compromiso y la productividad de los empleados y la felicidad en el trabajo.
