Las pautas de Gretchen Rubin para propiciar la felicidad familiar.
Todos queremos estar serenos, contentos, despreocupados y divertidos para nuestras familias. Sin embargo, en el ajetreo de la vida cotidiana no es tan fácil. En esos momentos, recuerda: aunque no puedes hacer que tus hijos sean felices (deben resolverlo por sí mismos) puedes influir en la felicidad de tu familia.
Estas son algunas de las estrategias que yo adopto en casa para cultivar una atmósfera de amor y felicidad:
1. Duermo lo suficiente
Si quiero estar contenta, enérgica y mantener la agudeza mental para mi familia, debo dormir bien. Después de haber sido muy estricta con la hora de ir a dormir de mis hijas me di cuenta que, como la mayoría de los adultos, necesito al menos siete horas de sueño todas las noches para rendir al máximo y todavía hoy me esfuerzo por dormir ese mínimo de horas.
2. Me levanto temprano
Hace unos años, quería disfrutar con mi familia de mañanas más apacibles y sin apuros por lo que comencé a levantarme más temprano. Hoy me levanto una hora antes que mis hijos, lo que me permite atender mi escritorio, tomar café y revisar el correo antes de sacar a todos a rastras de la cama.
3. Creo un orden externo para encontrar la calma interior
Noto que cuando dedico tiempo para colgar un saco o cerrar un cajón siento más energía y alegría al relacionarme con mi familia. Después de afrontar el desorden, me siento con menos prisa porque puedo encontrar y guardar las cosas más fácilmente. Mantener el orden en mis gabinetes y clósets me hace sentir más energía y alegría al relacionarme con mi familia.
4. Sigo la norma del minuto
Es simple: si puedo hacer algo en menos de un minuto, lo hago sin demora. Si puedo leer y firmar una carta de la maestra, responder un mensaje de correo electrónico y buscar la tijera al mismo tiempo, pues lo hago. Esas tareas son tan rápidas que no me resulta difícil seguir la norma del minuto y al hacerlo, me siento más serena y menos agobiada.
5. Doy saludos y despedidas con amor
La manera de comportarnos entre nosotros define lo que sentimos el uno por el otro, de manera que mi familia siempre: se saluda y se despide con mucho afecto. Cada vez que uno de nosotros entra o sale, vamos hasta la puerta y le damos un beso, un abrazo y un momento de nuestra verdadera atención.
6. Recuerdo apreciar el presente
Me recuerda algo que dijo la escritora Colette: “¡Qué vida tan maravillosa he tenido! Ojalá me hubiera dado cuenta antes.” Cuando me siento agobiada o molesta por la responsabilidad de criar a mis hijos, me recuerdo que algún día miraré atrás esta etapa de mi vida con enorme nostalgia.
¿Y tú? ¿Qué estrategias usas para ser la clase de padre o madre que quieres ser? Cuéntanos en la sección Comentarios a continuación o en nuestra página de Facebook.
