Written by : Maura Rhodes

Coloréame de felicidad

El rojo es un color provocador y estimulante del apetito. El azul tiene un efecto calmante. Si usas tus colores favoritos en tus accesorios y hogar alegrarás tu vida.

Mujer bonita delante de una pared de color naranja.

Entérate cómo influyen los colores en nuestras emociones.

¿Recuerdas los anillos que reflejaban el humor, tan populares en los 70 porque mágicamente cambiaban de color indicando el estado de ánimo de quien lo usaba? Eran un accesorio de moda más que un indicador de emociones: orbes de vidrio rellenos de cristal líquido que reflejaban la luz de distintas maneras según los cambios de temperatura corporal. Pero aunque una simple esfera de tonos cambiantes no sea un verdadero indicador del ánimo, el color puede ser una forma efectiva de representar, e incluso provocar, intensas emociones.

La ciencia no es algo en blanco y negro

En las distintas culturas las ideas varían en cuanto al significado de los colores. Gran parte de la ciencia aún no ha sido concluyente al respecto y existe mucha información subjetiva e intuitiva sobre el color y el ánimo. En occidente, se considera que el color naranja alegra, mientras que el rojo aumenta el apetito (por eso los restaurantes de comidas rápidas muchas veces se pintan con colores naranjas, rojos y amarillos brillantes). Los colores cálidos te hacen sentir bien, en un efecto cálido y acogedor, mientras que los colores fríos como el azul y el lavanda parecen tener un efecto calmante.

Según Arielle Eckstut, coautora de The Secret Language of Color se trata de un campo de investigación en pleno desarrollo. “En 10 años probablemente tendremos más información sobre cómo el color nos afecta biológicamente y tal vez, el naranja no afecte realmente la capacidad de levantar el ánimo.”

Entre tanto, estas son algunas de las cosas que sabemos sobre cómo el color puede afectar el bienestar:

1. Rojo, el color provocativo

Las investigaciones muestran que los hombres tienden a considerar que una mujer que viste de rojo es sexualmente más deseable que si vistiera de otro tono. Esta es una característica que los hombres presumiblemente comparten con los monos: los primates machos se sienten atraídos por los tonos rojizos que las hembras exhiben en el pecho y genitales durante la ovulación, en la época de apareamiento.

2. El rojo también puede infundir celos

Si bien un hombre puede considerar que una mujer vestida de rojo es muy atractiva, otra mujer probablemente la perciba como una amenaza. Según estudios recientes las mujeres perciben a las mujeres que visten de rojo como personas sexualmente receptivas y más propensas a la infidelidad. De la misma investigación surge que las mujeres son más propensas a vigilar más a sus parejas si están cerca de una mujer que viste de rojo y no verde.

3. Es muy fácil ser verde

Se ha comprobado que pasar tiempo al aire libre, en contacto con la naturaleza, es una manera efectiva de aliviar el estrés. Un estudio reciente sugiere que contemplar el color verde puede tener algo que ver con eso. Los científicos pidieron a los participantes del estudio que se ejercitaran en bicicletas fijas mientras miraban un video que simulaba un circuito de ciclismo en un entorno rural; el video no había sido editado por lo que las hojas, el césped y los demás elementos del escenario se veían en tonos verdes y marrones naturales, etc., con una coloración rojiza o bien acromática (gris). Los sujetos que habían contemplado el escenario verde respondieron que el ejercicio les había resultado más fácil y más placentero; mientras que los que habían mirado el video rojizo mostraban sentimientos de enojo.

Para Arielle, “es lógico.” Hace millones de años, cuando nuestra materia gris aún estaba en plena evolución, “nuestro medio ambiente era principalmente azul y verde, por lo que nuestro cerebro debió aprender a sentirse cómodo rodeado por esos colores.”

4. Envueltos en tristeza

Si tenemos en cuenta que el azul es uno de los primeros colores que los humanos necesitaron para sentirse a gusto, es sorprendente que en inglés usemos la palabra “blue” (azul o triste) para describir la sensación de melancolía o depresión. Es todavía más irónico porque, según los estudios, al detectar la luz azul los fotorreceptores de la retina envían mensajes a ciertas partes del cerebro que controlan el estado de alerta, las hormonas, el sueño y otras funciones. Por esta razón la luz azul se utiliza para tratar todo tipo de afecciones médicas, como la depresión, la demencia y el trastorno afectivo estacional, entre otras.

Dale color a tu vida con tus tonos favoritos

“Intuitivamente sabemos que el color nos afecta profundamente. Todos podemos decir cuál es nuestro color favorito, que nos gustan tantos colores que no sabemos cuál elegir o que no podemos soportar ciertos tonos. Son pocas las personas que no se interesan al respecto,” dice Arielle. Las preferencias de color surgen de diversas fuentes, comenzando por las influencias culturales. Por ejemplo, el amarillo es uno de los colores menos populares en el mundo occidental mientras que en China es sumamente importante.

Para nosotros es lógico pensar en los tonos que nos dan una buena sensación y por eso los usamos en nuestros vestuarios, hogares y lugares de trabajo. “Aunque te guste un color muy intenso que podría llegar a abrumar un ambiente o una ropa, puedes darte una recompensa que te levante el ánimo usándolo como color de realce que se destaque,” sugiere Arielle, que adora el color rojo brillante aunque no necesariamente se vestiría de pies a cabeza de color rubí. “Tengo gafas rojas, una cartera roja y zuecos rojos que uso con otros colores neutros,” agrega. “Eso me basta para tener una sensación de bienestar.”

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