Disfrutar de la naturaleza es importante para nuestro estado de ánimo y nuestra salud.
Es lo que nos hace respirar con deleite mientras conducimos por una carretera pintoresca. Es por lo que encontramos paz mientras recorremos un sendero en la montaña o nos relajamos sentados en la arena bajo el sol. Se llama biofilia y es la conexión emocional que los humanos tenemos con la naturaleza.
“Estar afuera te hace más consciente”, explica el Dr. John Ratey, profesor asociado de psiquiatría clínica en Harvard Medical School y co-autor del nuevo libro Go Wild: Free Your Body and Mind from the Afflictions of Civilization. “Si caminas en la cinta, vas a leer una revista, mirar TV o escuchar música y eso te alejará de la experiencia de caminar. Pero si caminas por un sendero al aire libre, inmediatamente debes ubicarte en el presente. Debes prestar atención a los cambios en el suelo, ver lo que pasa a tu alrededor”.
Senderos felices
Aún cuando hayas caminado el mismo sendero docenas (o cientos) de veces, cada vez es diferente y exige atención y conciencia. Para su noveno libro sobre el funcionamiento del cerebro, John trabajó junto al periodista Richard Manning, esta vez bajo una mirada basada en la ciencia, en cómo la civilización moderna amenaza seriamente nuestras mentes y nuestros cuerpos. Lo que surge es un claro argumento para zamarrearnos de la vida moderna y recuperar nuestra salud y felicidad.
Una prioridad de esa lista es nuestra necesidad de retomar el contacto con la naturaleza. “Debemos regresar a nuestras raíces evolutivas”, afirma John. “Debido a nuestros vínculos digitales, estamos perdiendo nuestros lazos entre personas. Nos envolvemos en todos los tremendos estímulos a los que podemos conectarnos (Facebook, Twitter, la última historia de los Kardashian) pero apenas vemos qué está sucediendo en el mundo que nos rodea… El contacto con la naturaleza mejora nuestro ánimo, disminuye nuestra ansiedad y fortalece nuestra capacidad cognitiva.
Con los pies sobre la tierra
Retomar el contacto con la naturaleza es más que un simple estímulo emocional, según los expertos. Los estudios de rastreo de la actividad de las ondas alfa indican que la simple contemplación de bellos escenarios naturales disminuye la ansiedad, la depresión, la ira y la agresividad. Uno de ellos, realizado en residentes de un centro para el cuidado de adultos en Texas, reveló niveles reducidos de cortisol, la “hormona del estrés”, simplemente saliendo a un espacio verde al aire libre. En otro estudio, los sujetos mostraron una disminución del estrés cuando se colocaban plantas en sus habitaciones.
En Japón es tan fuerte la creencia en las ventajas de conectarse con la tierra que se lanzó un movimiento nacional, llamado “shinrin-yoku”, en apoyo al uso de la naturaleza para mejorar la salud y el bienestar. La Sociedad Japonesa de Medicina Forestal ha realizado numerosos estudios que demuestran las cuantificables ventajas médicas y de salud mental de conectarse con la naturaleza. El gobierno japonés no solo ha invertido más de $4 millones en investigación para probar los beneficios tangibles de la naturaleza, sino que además hizo construir 100 “bases de terapia forestal” e inspiró al resto de Asia para seguir su ejemplo.
De hecho, el servicio forestal de Corea del Sur está trabajando con una compañía alemana de tratamiento médico para construir el Complejo Nacional Forestal de Sanación, llamado Baekdu-daegan Forest Healing Complex. El centro forestal terapéutico valuado en $140 millones incluirá programas terapéuticos y educación forestal además de continuar las investigaciones sobre los beneficios de un ambiente forestal para la felicidad y buena salud.
Prueba hacer esto en casa
Afortunadamente no necesitamos un centro forestal multimillonario ni siquiera un parque nacional para volver a conectarnos con la naturaleza. Muchos expertos muestran los beneficios de reconectarse con la Madre Tierra simplemente caminando descalzos en nuestros propios jardines, conocido como “conexión a tierra” o “puesta a tierra”. La investigación ha demostrado que esta simple acción ayuda a neutralizar algunos de los efectos nocivos de los campos electromagnéticos que nos rodean en este mundo plagado de dispositivos digitales, y que transfiere los electrones libres cargados negativamente de nuestros cuerpos a la tierra.
En un estudio publicado en European Biology and Bioelectromagnetics, los investigadores descubrieron que conectar el cuerpo humano a tierra durante el sueño ayuda a aliviar los trastornos del sueño, el dolor y el estrés y disminuye los niveles de cortisol. Los investigadores concluyeron que la conexión a tierra proporciona “disminuciones en los niveles generales de estrés y tensión”.
“Buscar momentos de quietud en la naturaleza nos libera al lugar más sereno de nuestro corazón, un lugar de plena tranquilidad”, dice Eoin Finn, fundador de Blissology.com y creador de la serie Earth.Body.Yoga.
“Existe una vibración hacia la naturaleza que es lenta y apacible, casi como afinar dos cuerda de la guitarra, y nosotros armonizamos con ella”. Eso nos da una sensación de asombro, gratitud y un sentido de pertenencia a algo superior a nosotros. “Todo allí afuera está interconectado y eso es milagroso”, dice. “Quiero que realmente desdibujemos esa línea donde nosotros comenzamos y la naturaleza termina. Jamás deberíamos perder de vista esta relación interdependiente”.
Independientemente de cómo se llame, “conexión a tierra,” “puesta a tierra” o “conexión con la naturaleza”, los efectos son más que evidentes y aparecen bien documentados, dice John. Retomar el contacto con la tierra afecta no solo nuestro bienestar mental sino que además produce efectos cuantificables en nuestra salud física. Desde el sol que nos nutre de vitamina D, pasando por el desarrollo de cuerpos más sanos y fuertes al movernos, John afirma que no existen desventajas en regresar a un estilo de vida más en armonía con la naturaleza:
“Esa conexión es sumamente importante para nosotros. Nos conduce a muchas cosas buenas, cambia nuestro cerebro, cambia nuestras emociones. Te sentirás más feliz, desearás vivir más tiempo para poder disfrutar de esta vida. Y cuando deseas vivir, te cuidas mejor”.
De la edición de agosto 2014 de la revista Live Happy.
